La zona en la que más se nota el envejecimiento y el paso de los años es la cara. Y dentro de ella, los dos elementos más importantes son los ojos y sus párpados. Por ello, es de vital importancia para mantener un aspecto joven y cuidado mantener los párpados rejuvenecidos y evitar su caída. Para conseguir esto, la opción es la blefaroplastia o cirugía de los párpados que elimina la tristeza y el cansancio de la mirada.
¿En qué consiste la cirugía de los párpados?
La blefaroplastia es un procedimiento quirúrgico mediante el cual se corrige de forma inmediata el abombamiento de las bolsas de los párpados de abajo o inferiores y la caída de los párpados superiores. El objetivo de esta cirugía es eliminar el exceso de piel que ha ido cayendo por el paso de los años. No obstante, esta cirugía no es efectiva contra la caída de las cejas ni para eliminar las “patas de gallo”. Esta operación puede llevarse a cabo de forma aislada o formando parte de un estiramiento general facial o lifting.
La intervención se lleva a cabo gracias a pequeñas incisiones en las líneas naturales de los párpados superiores y debajo de las pestañas cuando son en los párpados inferiores. Si tu preocupación es una cicatriz que quedará visible para todo el mundo que te mire a los ojos, no tienes nada que temer. La cicatriz queda imperceptible puesto que se hace en zonas estratégicas y las suturas que se utilizan son muy finas. Además, cuando la blefaroplastia se utiliza en pacientes jóvenes que necesitan quitar grasa de los párpados, puede llevarse a cabo la incisión en el interior de los párpados sin dejar cicatrices externas.
Riesgos de la blefaroplastia
Los principales problemas que tiene esta intervención van de la mano de las actividades que vaya a realizar el paciente tras la operación. Por ello, el cirujano debe tener presente las actividades postoperatorias y dar las indicaciones para una correcta cicatrización al paciente de forma clara de lo que puede y no puede hacer.
Por otro lado, la técnica es segura, aunque siempre hay que elegir a un cirujano cualificado y con experiencia como el Doctor Albert Samper. El porcentaje de personas que alertan de una incidencia es muy bajo, pero como en cualquier operación siempre está la posibilidad de complicaciones y riesgos asociados.
Las efectos transitorios molestos de esta cirugía son:
- Visión borrosa durante los días siguientes, pero que no se alarga en el tiempo, sino que es resultado de la misma operación.
- Equimosis o pequeños moratones en la piel de los párpados que suelen remitir en unos 10 días.
- Edema temporal en los párpados que suele aparecer en cualquier cirugía en la que se manipulen elementos de la cara.
Por último, la anestesia que se lleva a cabo es local y suele durar una o dos horas aproximadamente. De hecho, el tiempo de permanencia en la clínica son unas pocas horas tras la operación.